30/4/12

En las antípodas

El sábado 19 de mayo, en el estadio Fußball Arena de la ciudad de Munich, el local Bayern München enfrentará a Chelsea en la final de la Champions League, el torneo que reúne a los mejores equipos – a nivel clubes – del fútbol del viejo continente. Ingleses y alemanes vibrarán con uno de los eventos futbolísticos del año. Drogba versus Robben, Ribéry contra Lampard. Sin embargo, hace tan solo algunos días, todos soñábamos con un desenlace bastante diferente. Más bien, con que los protagonistas del partido definitorio fueran otros. En cierto punto, creo que hasta algún hincha de Chelsea o Bayern también lo deseaba. El mundo fútbol ya se relamía ante la posibilidad de ver una final Barcelona-Real Madrid.

Hoy el panorama cambió radicalmente. Se ha terminado un ciclo. Creo (y deseo) que a este maravilloso Barça todavía le queda hilo en el carretel y volverá la próxima temporada a por más títulos. Sin embargo, cuando la 2011/12 llegue a su fin, Josep Guardiola habrá finalizado el período más próspero de un entrenador en el banquillo blaugrana. Ese hecho tendrá varias consecuencias, entre las cuales quiero destacar una en particular: no más duelos Mourinho-Guardiola. Sus estilos los diferencian y los colocan en veredas opuestas. Los une una rivalidad que logró adueñarse de la escena futbolística ante cada enfrentamiento. Pep se ha quedado con la mayoría de los clásicos, incluida una serie de Championes League que después ganó, sin embargo Mou termina con una victoria en el último choque, que le sirvió para sentenciar la Liga.


El catalán es desde hace 4 años (4 temporadas) un idioma universal. El desembarco de Guardiola como director técnico del Barcelona se dio desde una lógica con un profundo anclaje en el respeto por las tradiciones: luego de dar sus primeros pasos como DT en las divisiones juveniles de la institución, debutó al frente de un plantel profesional sucediendo a Frank Rijkaard. Nadie hubiese imaginado que tan solo cuatro años después, estaríamos hablando del entrenador récord en la historia del club, con 13 títulos (pueden ser 14 si gana la final de Copa) en 4 temporadas. Hoy muchos se sorprenden ante la noticia de que su sucesor será Tito Vilanova, quien fuese hasta hoy su ayudante de campo, pero esta decisión no hace más que ratificar que lo que se busca es continuar por el mismo camino.

En la otra vereda está Mourinho que, desde su arribo a Real Madrid, se ha transformado en la encarnación del árbol que logró tapar el bosque. Impregnó todos los rincones de la Casa Blanca, logrando convencer al plantel – y también a los hinchas – con la idea de que cualquier método es válido en pos de conseguir el triunfo. Llegó con su impronta de ganador nato, con el claro objetivo de hacerle frente al deslumbrante Barcelona. Luego de padecer el predominio catalán en la liga española, hoy está muy cerca de quebrar esa hegemonía: los últimos tres años los que terminaron festejando fueron siempre los de Guardiola. El entrenador portugués está a punto de convertirse en el único en ganar cuatro de las grandes ligas de Europa: tiene 2 ligas de Portugal con el Oporto, 2 Premier con el Chelsea y 2 Scudetto con el Inter de Milán.

El enfrentamiento que seguramente siga sumando capítulos es el que protagonizan Messi y Cristiano Ronaldo. Con personalidades diametralmente opuestas, los dos cracks garantizan espectáculo cada vez que salen al escenario. En la Liga pelean fecha a fecha y gol a gol por quedarse con el pichichi (comparten el liderazgo de la tabla de goleadores con 43 tantos en 35 fechas cada uno). Sencillamente impresionante. El portugués, con su particular gusto por acaparar todas las miradas, es el archienemigo perfecto de la Pulga: extrovertido y provocador, busca siempre salir en la foto de la tapa. Es tan insoportable como letal, se alimenta de los que lo critican por soberbio y contraataca golpeándose el pecho en pleno Camp Nou. Mientras tanto, el argentino desparrama rivales con la misma facilidad que rompe récords, este año se transformó en el máximo anotador de la historia del Barça. Son dos pesos pesado luchando por la misma corona, sólo que en lugar de golpes lo que intercambian son dobletes y hat-tricks.


Pero este deporte nos ha demostrado una vez más que su encanto radica en la carencia de lógica. Un Chelsea desteñido a nivel local, que se despidió hace rato de la pelea en la Premier League, logró arrebatarle el lugar en la final que estaba predestinado para el Barcelona. Lo hizo con una efectividad notable en ataque, sumado a la convicción y la vergüenza necesarias para hacer de la defensa su sistema. Mientras que Bayern, mostrando un fútbol dinámico y ofensivo, jugó con los nervios de un Madrid que ya se sentía finalista (y quizá también campeón) antes de serlo y lo eliminó por penales en su el mismismo Bernabeu. Dentro de un par de semanas, los amantes de este deporte nos sentaremos frente al televisor para ver quién levanta la orejona en la ciudad de Munich. Lamentablemente, Mourinho y Guardiola serán solo dos espectadores más.

8 comentarios:

  1. vamo Chelsea a ganar la champions ya que no salio la Seddon Cup!!

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  2. El fútbol es una alameda tan ancha, que pueden circular jugadores, técnicos, equipos y gustos tan distintos.

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  3. Luis Alberto (Bariloche)2/5/12, 19:03

    Muy buena síntesis de lo dispar y abarcador que puede llegar a ser este juego. Muy buen artículo

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  4. Por suerte, el futbol como la vida...pq la vida cada dia se parece mas al futbol....te da distintas opciones. Siempre elijo o trato por lo menos, de ir por la senda del buen gusto. Grande Barza, grande Pep...VIVA EL FUTBOL

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  5. EXCELNTEEEEE!!!!!!!!!

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  6. Yo, elijo EL FUTBOL, por eso elijo: BARCELONA

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  7. El ejemplo de cómo debería esperar cualquier persona, ser evaluado por sus compañeros, de cualquier trabajo, grupo etc, es como fue despedido del camp nou, EL GRAN PEP GUARDIOLA. Una GRAN despedida, a la altura de sus merecimientos. QUIEN LAS HACE, LAS COBRA, debería ser una meta a imponernos. Excelente nota Santiago.

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  8. Salud Barcelona, Salud Pep. Gracias por el FUTBOL.

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